24 - Sellaron una promesa.
Enzo se encontraba al borde del colapso sexual, apunto de llenar la garganta de su bella Holly; y, ciertamente no deseaba hacerlo; pero al parecer, ella, no pretendía parar hasta vaciarlo por completo.
— No aguantaré por mucho tiempo — mascullo, en un ronco gemido.
— No estoy esperando que lo hagas — musito ella, mirándolo desde abajo, con una sonrisa traviesa que despertó cada célula del cuerpo de su esposo.
Estaba sorprendido por su hazaña, que, apenas logró articula una mísera palabra; mientras los ojos de su esposa, estaban fijos en él.
— No aguanto más — Ella simplemente sonrió, y volvió a atragantarse con la hombría de su hombre.
Una de las manos de Ezekiel, apretó el cabello de la mujer hasta que, no pudo resistirse más, y se descargó. Sin perder tiempo, la levantó en sus brazos y fue su turno de apoyarla en la pared, mientras ella, con una sonrisa traviesa, se limpiaba el resto de su orgasmo de los labios.
— ¿Sucede algo? — preguntó de forma inocente.
Una de las manos de