Capítulo 104
Busqué a la joven del escándalo. No podía dejarla sola, no después de ver el dolor en sus ojos, La tome de la mano, y me la llevé a la cocina, necesitaba hablar con ella, no estaba para nada bien, sus ojos estaban llenos de lágrimas y estaba como en shock, con la mirada perdida, abrazando sus piernas, Lloraba en silencio, con los ojos hinchados, Su vestido seguía roto, su dignidad rota también.
—¿Cómo te llamas? —le pregunté, agachándome frente a ella mientras le ofrecía un vaso de agua
—Sara… —susurró sin levantar la vista—. Sara Montes.
Asentí, intentando mantener la calma, Le toqué la mano despacio, y le daba palmaditas, quería que se sintiera segura conmigo.
—Sara, mírame, no estás sola. Pase lo que pase, yo voy a ayudarte. Te lo prometo.
Ella soltó un suspiro tembloroso, creo que necesitaba escuchar eso, No me miró de inmediato, pero dejó de abrazarse a sí misma, Estaba hecha pedazos, bebío el agua con su mano temblando.
—Soy una Omega… Vivo con mis padres en la zo