Capítulo 36
Regrese a la realidad, solo al ver a Clara en la puerta con aquella noticia, recupere la cordura que había perdido, el sol ya se asomaba, había pasado horas con Xavier intimando.
—Empaca las cosas, vamos a encontrar la manera de irnos —me acelere agarrando mis cosas del suelo.
—¿No te vas a ir? —Xavier me sostuvo del brazo y le pidió a Clara dejarnos solos.
—¿No escuchaste? Ares está enfermo, mi deber es estar a su lado para cuidarlo —me solté y lo mire fijamente.
—¡Tu deber es conmigo! Lamento lo de Ares, pero ese compromiso ya no existe —Xavier gruño —¿Crees que después de esto te dejaré ir con el?
—Lo que pasó fue mágico, maravilloso y quiero estar a tu lado, pero no puedo dejar a Ares solo, tu no lo entenderías.
—¡Por supuesto que no! Eres mi mujer, mi loba, mi todo —gruño dándole un golpe a la pared en uno de sus típicos ataque de rabia —Olvidate de el, echaré a Liliana de esta casa, seremos felices.
Me besó, Xavier fue dulce, lejos del lobo salvaje de hace un momento