Capítulo 14
Gabriela me soltó de su agarre. Pero el temblor en mis piernas me delataba, tenía miedo aunque disimulara. Su amenaza me había destruido en un solo instante y como me lo dijo antes, me tenía al borde del precipicio.
—Te quiero lejos de Xavier. Ya tengo claro que la estúpida de tu hermana le dará una cría, y eso me conviene. No pienso deformar mi cuerpo por un hijo —sonrio con ese veneno que escupía —Sus hijos serán míos.
La miré, sintiendo cómo la sangre me ardía bajo la piel, como la rabia me dominaba.
—Usted está enferma… está podrida por dentro. No pienso acostarme con otros lobos, ¡nunca! —le solté un leve empujón y le sostuve la mirada, aún temblando, pero firme de no caer tan bajo como ella quería.
Ella sonrió con desprecio, sabiendo que tenía el control.
—Claro que lo harás. Porque eres de esas lobas débiles que harían cualquier cosa por proteger lo que aman.
Y se fue. Me dejó ahí, angustiada por mamá, sobre el suelo de su habitación, pensando en el peligro en el q