Capítulo 23
—¡Tiene que salvarla! Si le pasó algo, le juro que lo mato. ¿¡Entiende!?
Escuché los gritos antes de abrir los ojos. La voz de Xavier retumbaba como un eco dentro de la pequeña habitación, estaba furioso y su voz se escuchaba desgarrada.
Pude abrir los ojos con lentitud, recuperándome después del desmayo, Lo vi parado ahí, Estaba acorralando al médico de la familia contra una pared, con los puños tensos y los ojos como dos llamaradas de fuego. Estaba furioso o sentía culpa, una mezcla de ambas por su castigo.
—Señor, necesita descansar —intentó explicar el médico, con voz baja—. Su cuerpo colapsó por agotamiento y desnutrición. No es grave, pero sí preocupante para una loba tan joven.
—¿¡Desnutrición!? —Xavier giró la cabeza hacia Clara—. ¡Aquí no falta comida ni para los sirvientes! ¡Explícame eso!
Le dio un golpe a la pared. El sonido seco me hizo estremecer, pude ver los ojos de Clara abrirse llenos de lágrimas.
Yo quise hablar, pero nadie parecía notar que ya estaba