Salgo de la ducha secando mi cabello con la toalla.
Subo la mirada del suelo y me doy cuenta de que hay alguien acostado en mi cama.
Edward.
Niego con la cabeza mirándolo de mala manera.
-¿qué quieres ahora?-pregunto-
Él se sienta enseguida y habla.
-emm ¿disculparme?
Elevo una de mis cejas y me cruzo de brazos.
Suspira.
-no debía hablarte así, es solo que... estaba muy preocupado por ti, además estabas herida y un Rogue te quería matar...
Miro mi tobillo vendado. Bien, cuando su yo-lobo apareció y luego me regañó se me olvidó el dolor y simplemente me fui. No fue hasta que llegamos que sentí el dolor nuevamente.
-ujum-conteste-
-y también... te extrañaba, y a tu aroma cosquilleando mi nariz-susurra pero lo escucho perfectamente-
Suspiro.
-no creas que esa labia barata me va a