En lo profundo de un bosque dos hombres grandes con pesadas armaduras hablaban.
-¿crees qué tienen listo todo?-pregunto el primer hombre-
-se podría decir que están cerca, todo sería más fácil si tuviéramos a la otra Hija de La Luna-gruño el otro-
-pues por como van las cosas es poco probable que exista. Es decir, han llevado a una gran cantidad de mujeres de esa manada y ninguna de ellas es, hay que aceptar que no existe otra Hija de La Luna y crear alternativas.
Ambos estaban de espaldas a una puerta oculta entre maleza y ramas de los árboles.
A simple vista no parece más que una pared de tierra llena de plantas y ramas. Pero la realidad es otra.
Atravesando la puerta se puede ver en su interior diversos caminos de concreto, las paredes están desgastadas y maltratadas por el paso del tiempo. Casi abandonado, pero solo es una fachada más.
En el