-papá, no es que la historia me parezca aburrida pero... es un poco larga. ¿Puedes resumir?-bostecé-
Mi señor padre rodó los ojos, pero me tomó la palabra.
-cuando apareciste, tomaste su túnica y tus expresiones faciales reflejaban disgusto, tu rostro sudaba y tus puños apretaban con fuerza la ropa de esa mujer, trabas de controlar tu cuerpo de nuevo. Esa mujer tenía la intención de llevarte con ella.
-¿por qué?
-dijo que yo la había hecho sufrir y pasar momentos difíciles, y que tú debías sufrir. Cuando ella trató de i