La Belleza Interior
La Belleza Interior
Por: Fiorella Torres
Sinópsis

Al fin es la graduación, ya no veré más a todas estas personas que tanto he odiado, bueno, algunas más que otras. No podía defenderme porque sino me enviarían a la correccional otra vez y no estaría bien visto, además del aviso que me dio mi tía Cassie.

—Otra vez más y quedarás ahí el resto de tu vida—

Sonaba tan seria que me dio mucho miedo y decidí hacerle caso. Ella es científica y cuando me pidió ayuda para un experimento y salió mal, me protege más que antes. No quiere que nadie se dé cuenta de su desastre.

¿Por qué vivo con mi tía? Porque mis padres me dejaron abandonada cuando tenía 5 años, al parecer la presión de cuidar a una niña se les hizo mucho y me dejaron con mi tía quien gustosa aceptó cuidarme, pero eso sí, les dejó bien en claro que no los quería ver cerca de mí.

—Si te la damos es porque no la queremos ver, Cassie. Sé un poco más inteligente—

Esa fue la respuesta de papá. Cuando la tía me lo confesó no me puse triste sino más bien feliz de que no me criaran en un ambiente tóxico.

—¡Abre la puerta en este momento!—dijo mi tía desde el otro lado.

—¡¡Ya voy!!— contesté en un grito.

Hoy era la graduación y el baile, al fin sería libre de esas cuatro paredes azules. Mi tía tenía miedo de que me quedara encerrada y no fuera, ya que según ella: "este es el mejor momento de mi vida". La verdad estaba terminando de componer una canción que venía componiendo desde hace mucho tiempo y al fin lo logré.

—Estás bien? ¿No te duele nada? No quiero que estes enferma en este día—dice poniendo las manos en mis mejillas.

—Estoy bien, tranquila. Solo quería un poco de silencio—contesto, dándole un apapacho.

—Ya compré tu vestido, en unas horas vengo para arreglarte—dice y me ve con una sonrisa triste.

—Tía Cass, no me saldré de control. Lo prometo—digo con una sonrisa tranquilizadora.

—Eso espero, the best—dijo y se fue.

En la casa de la tía Cass, vivíamos ella, su esposo Christian y yo. Somos una familia normal, solo que yo tengo una peculiaridad pero no me gusta hablar de eso.

Donovan

Soy Donovan Hicks, Alpha de la manada White Moon, llevo buscando a mi mate desde que me nombraron Alpha y Rey de los lobos. Y sí, soy un hombre lobo de 125 años, aunque son 23 años humanos. La Diosa Luna se a comunicado conmigo y me ha dicho que muy pronto encontraré a mi mate, así que estoy ansioso.

Tocan la puerta de mi oficina, así que por el olor, lo dejo pasar. Por ahí, entra mi hermano menor, Austin Hicks, y por casualidad de la vida: mi beta, que es el segundo al mando. Él quiso estudiar en una universidad para humanos así que lo he dejado para que no me estorbe aquí con todo el trabajo que tengo.

No le presto mucho atención a si va bien o mal, tengo mucho trabajo como para estar pendiente de él. Tampoco a encontrado mate pero me ha dicho que le gusta una chica de su universidad.

—¡Hola Novan! Vengo a pedirte un favor muy enorme, hermano—dice cuando entra. Trae la bonita sonrisa que heredó de mamá, colgada en el rostro.

Algo me dice que voy a decir que no.

—Y antes de que digas "no", como siempre. No te tienes que preocupar por el trabajo, ya que Steven se encargará de eso—Steven es mi delta y de mi edad.

Suelto un suspiro, dejo los papeles a un lado y le presto toda mi atención a Austin, su sonrisa se ensancha más y se sienta en el asiento frente a mi escritorio.

—Mi graduación y baile es hoy, así que quería que me acompañaras ya que no tuve el valor de pedirle a ella que me acompañe—dice rascándose la nuca y poniendo ojos tristes. Como siempre.

—Vienes a pedirme que te acompañe al baile? ¿No se verá extraño?— preguntó confundido.

—Claro que no! Todos te conocen en mi universidad, ya saben quién eres. No se verá mal—dice con una sonrisa—Además, asistirás a mi graduación ¿no? Es un momento importante.

—Aún proceso que te estás graduando, viendo lo tonto que eres, es impresionante—digo y rio.

—¡Oye! Soy un buen alumno ¿por qué crees que quería estudiar?—dice haciéndose el ofendido.

—Claro que iré a tu graduación, tonto. No me la perdería por nada del mundo—digo y le regalo una dulce sonrisa.

—¡Gracias, hermano! ¡Eres el mejor alpha y hermano, no lo dudes!—dice feliz y sale dando pequeños saltos.

Suelto un suspiro y veo todo el papeleo que hay a mi alrededor.

—Es mucho...

—Oye Novan, ¿por qué no le dijiste que no?

Me pregunta mi lobo Evan, mediante el l**k. Es un lobo tranquilo y agresivo a la vez, ha sabido llevarse conmigo y el resto de la manada.

—Es mi hermano, no le haré eso. Mamá no puede ir y sabes que papá tampoco—

—¿Eso hacen los humanos?—

—Sí. Aunque tenga mucho papeleo lo debo dejar unos momentos para estar con él y luego vuelvo. No perderé mucho tiempo—

—A poco hasta encuentras nuestra mate. Sí, mejor ve—

—¿Una universitaria? No lo creo—

—Yo solo digo—

Él cierra el l**k y yo me levanto de mi silla para ir a buscar un traje para la graduación y el baile de Austin.

Ójala encuentre a nuestra mate, aunque sea una universitaria...

Hola a todos! Les tengo que buscar un apodo lindo...

Esta es una nueva historia, espero que les guste. Es una idea que se me vino de repente y dije: ¿por qué no intentarlo? Ahora los hombres lobos están de moda.

Espero que les guste mucho.

Bye! 🌷❤

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