NARRADORA
— Esta es la habitación que preparé para su majestad, si hay algo que no sea de su agrado – Enriko la hizo pasar a un cuarto en tonos rosa, bien femenino y amplio, incluso las hermosas flores naturales en el jarrón, eran de un pálido rosa.
Todos los detalles habían sido cuidados y Raven le agradeció por las consideraciones.
— Para su escolta preparé las habitaciones del primer piso. Toda esta casa, se encuentra cerca de la mansión central de la manada y es para uso exclusivo de su majestad, ¿está bien así?
— Está muy bien, muchas gracias Alfa – Raven ya estaba un poco empalagosa de tantos mimos, eso sin contar la cara de lobo asesino que tenía Cedrick.
Cualquier momento le mordía la yugular a ese Alfa fantoche tirándole los tejos a su hembra en su cara, ¿acaso no tenía ya una Luna?
Claro que era mejor una Reina que una simple loba y más si venía con fuego propio y todo incluido.
— Usted, como es un macho, lo puedo hospedar cerca o en las habitaciones más alejadas, venga le