Capítulo 12 — Primera vez.
El suave amanecer tiñó la habitación de tonos dorados, despertando a Lyra de un sueño profundo. Sus párpados temblaron antes de abrirse por completo, revelando un espectáculo que hizo que su corazón se acelerara. Alaric y Draven, sus compañeros, sus protectores, sus destinados, dormían plácidamente a su lado.
El calor de sus cuerpos la envolvía como una manta reconfortante, ahuyentando cualquier rastro de pesadilla o temor. Alaric, con su cabello oscuro ligeramente revuelto sobre la frente, tenía un brazo extendido sobre su cintura, manteniendo posesivamente su cuerpo contra el suyo. Draven, por su parte, estaba acurrucado más cerca, su rostro a escasos centímetros del suyo.
Con una curiosidad suave, Lyra extendió una mano temblorosa y comenzó a delinear la fuerte mandíbula de Draven con la punta de sus dedos. Su piel era cálida y ligeramente áspera, y la simple acción hizo que un escalofrío recorriera su espalda. Sintió una conexión profunda con él, una familiaridad que trascendía el