LUNA DE ENGAÑOS
LUNA DE ENGAÑOS
Por: Naths
Capítulo 0001

El sol se estaba poniendo en el horizonte mientras el alfa, el líder de la manada Nocturnal Howl, y su amada esposa, se dirigían a Milán en su lujoso jet privado. El cielo estaba despejado y prometía un viaje tranquilo, lleno del romanticismo que Juliet esperaba. Ambos estaban sentados juntos, y agarrados de las manos, disfrutando de la comodidad y la privacidad que les brindaba su aeronave personal.

El alfa, con su apariencia majestuosa y ojos penetrantes, miraba a su luna con amor y protección; ella acomodaba su cabeza en su fornido pecho, y se restregaba contra su piel de manera tierna. Xander estaba muy convencido de que ella sería la única para él; su compañera de por vida.

—Xan, ternurita mía, gracias por brindarme tu apoyo, no sabes lo feliz que me siento de que hayas accedido a venir— expresó Juliet con ojos brillantes de agradecimiento y Xander negó con movimientos pausados de cabeza; odiaba tanto estar en ese vuelo como que ella le llamara ternurita; ese sustantivo cariñoso hacía gruñir a su lobo de puro enfado.

—Sabes que no me agrada para nada lo que haces, pero si eres feliz con esto, hago un esfuerzo, aunque te repito mi luna, no tienes necesidad de ser modelo, yo puedo darte todo lo que quieras—, expuso su desacuerdo, y Juliet volvió a respirar poniéndose de rodillas en el asiento y le tocó la nariz con la punta del dedo índice.

—Ternurita mía, eres el alfa más celoso que conozco, te he dicho que no hago esto tan solo por dinero, sino porque me fascina modelar, y lucir mi figura.

» Y no pretendo gustarles a los hombres, porque al único que quiero deleitar toda la vida, es a ti, pero también anhelo llegar tan alto como Isa Desiré; esa modelo es loba, y quiero ser tan mencionada como ella, los humanos la idolatran, incluso la llaman Afrodita y es dueña de su propia marca y este desfile está patrocinado por ella.

Xander podía percibir la incomodidad de su luna.

—Esa tal Desiré o como se llame, te apuesto que no es más hermosa que tú, mi luna. —Afirmó con devoción. — Pronto serás mejor que ella—, aseguró y Juliet sonrió complacida, y su interés de ser mejor que Isa aumentó significativamente.

—Por eso te necesito, eres un empresario reconocido, si en cada evento me apoyas, más diseñadores me querrán en sus pasarelas y voy a modelar las piezas más exclusivas de sus colecciones, ayúdame amor, ¿sí?, pues tú tienes conexiones e influencia, solo sé amable con todos—, le suplicó y cuando Xander estuvo a punto de responder de repente, un ruido ensordecedor resonó en la cabina, seguido de una vibración intensa. Ya que el motor del avión estaba fallando.

—¡Xan, amor! — chilló agarrándose fuerte de su asiento, ya que no tenía el cinturón de seguridad.

—Yo te sostengo, no te asustes mi luna—, le calmó firme cogiendo con fuerza su cintura y en un movimiento ágil, a pesar de la fuerte turbulencia logró sentarla y colocarle el cinturón.

La turbulencia comenzó a sacudir el avión, haciendo que los objetos se movieran y las personas que iban junto con ellos se agarraran a sus asientos, aunque los lobos están acostumbrados a la adrenalina y la emoción, la idea de caer de una gran altura aún los asustaba.

La luna miró preocupada a su amado alfa, volviendo a buscar en sus ojos la seguridad que tanto necesitaba en ese momento.

Él tomó su mano con ternura y le dijo con voz firme pero reconfortante:

—No te preocupes, mi luna. Estoy aquí contigo. No importa lo que suceda, siempre estaré a tu lado—. La maquillista de Juliet suspiró en su asiento.

La cabina del avión se llenó de sonidos de alarma y el piloto anunció que estaban perdiendo altura rápidamente; sin embargo, en medio de la situación desafiante, el alfa mantuvo la calma y mientras el avión seguía temblando, él abrazó a su luna con fuerza, protegiéndola con su cuerpo.

—Eres mi fortaleza, mi amor—, susurró en su oído. —Juntos superaremos cualquier obstáculo. No tengas miedo.

La luna elegida sintiendo el amor incondicional de su esposo, se aferró a él con todas sus fuerzas, pues sabía que, con él a su lado, podrían enfrentar cualquier desafío, incluso la incertidumbre de ese momento.

A medida que el avión descendía rápidamente, se miraron a los ojos, encontrando consuelo y confianza en su conexión especial, a pesar del miedo y la turbulencia, el amor que compartían les daba la fuerza necesaria para enfrentar cualquier situación.

Finalmente, después de unos momentos que parecieron una eternidad, el piloto logró estabilizar el avión y realizar un aterrizaje de emergencia en un aeropuerto cercano.

Salieron del avión, temblando, pero aliviados de haber sobrevivido a aquel momento aterrador.

Cuando llegaron al lugar donde se llevaría a cabo el evento Xander percibió algo, su lobo estaba inquieto, pero le restó importancia, puesto que le adjudicó todo al inquietante momento que vivieron, y prefirió enfocarse en cómo su luna disfrutaba de la admiración de las personas que pedían sus autógrafos, y sonrió porque en verdad a Juliet le hace feliz ser una figura reconocida y estaba dispuesto a llevarla lo más alto posible.

—Amor, solo mírame a mí, por favor —, le pidió Juliet, antes de dejar un beso sobre sus labios e irse a su camerino.

Xander esperó pacientemente en el área VIP, observando la pasarela mientras se desarrollaba el desfile de moda.

Su beta, (Maximus), se le acercó y le informó que uno de los motores del jet había sido manipulado.

—¡Ranor!, ¡ese m@ldito alfa!, ¡¡fue él!!—, gruñó Xander seguro de que su rival estaba detrás del ataque. Como alfa, creía que nadie más que su rival lo quería muerto.

Maximus lo instó a mantener a sus soldados en alerta máxima, ya que sospechaba que otro ataque era inminente.

—Sí tienes razón, informa al delta.

Mientras Xander le explicaba la situación a su beta, de repente sintió una sensación desconocida y extraña que provocó que un escalofrío recorriera su cuerpo e instó temblar a su lobo interior, haciendo que colocara una mano sobre su pecho para controlar la presión.

Y Maximus al verlo frunció el ceño, preocupado.

—¿Estás bien, Xander? —, preguntó, pero Xander simplemente gruñó. Un tentador aroma lo alcanzó, abrumando sus sentidos.

, esta mezcla de fragancias evocó una respuesta positiva en su lobo que a él lo instó a humedecerse los labios, tratando de controlar la sed que lo consumía al instante y sus ojos cambiaron momentáneamente de color y trató de disimularlo.

, pidió abrumado.

Juliet, que estaba en la pasarela, notó que Xander no la miraba y sintió que algo andaba mal. Ella anhelaba estar al lado de su esposo, pero sabía que tenía que darlo todo en el importante desfile, puesto que su carrera apenas comenzaba y no podía permitirse el lujo de perder el enfoque.

Cuando Juliet abandonaba el escenario, Isa, la modelo a la que envidiaba sin siquiera conocerla, se adelantaba para cerrar el desfile luciendo la pieza más exclusiva y exquisita de la colección. Juliet se quedó sin aliento cuando vio a Isa de cerca porque la mujer realmente merecía el título de Afrodita.

Isa salió pavoneándose, moviendo las caderas, con la barbilla en alto y confiada en sus pasos deliberados y seguros. Se veía divina, y su resplandor provocó la admiración de algunas mujeres que de inmediato desearon el vestido que llevaba puesto, así como la lujuria de los hombres que añoraron un momento a su lado. Xander, sin embargo, deseaba sacarla del escenario. Orión inquieto se agitó dentro de él, y Maximus, su beta, pudo sentir que el alfa había encontrado a su compañera destinada.

«Esto es una buena noticia para nuestra gente», celebró Maximus.

Cuando Isa salió de la pasarela, los aplausos atronaron en el lugar y las modelos que esperaban detrás del escenario se sintieron pequeñas en comparación, incluida Juliet.

Isa se acercó a ellas con una sonrisa que ocultaba sus verdaderas emociones y les sugirió:

—Chicas, salgamos todas juntas.

Isa, como una auténtica profesional, se unió al brazo del diseñador, para salir a su lado.

Fue precisamente en ese momento, cuando todos salieron juntos, que Juliet notó que los ojos de Xander, que siempre habían estado fijos en ella, estaban fijos en Isa y el dolor envolvió su alma.

, Juliet se comunicó con él a través de su vínculo, y Xander dejó de mirar a Isa para verla a ella.

, respondió, pero Juliet se sintió insatisfecha y sus ganas de llorar se intensificaron.

Cuando llegaron a los camerinos, Juliet no podía dejar de mirar a Isa, que parecía tan confiada y despreocupada que la hacía dudar de todo.

«Esa mujer parece tan indiferente, ¿será que me estoy imaginando algo que no es?, porque de estar destinados, ella lo habría demostrado», se preguntó con incertidumbre.

Mientras tanto, en la intimidad de su camerino, Isa se quitó el vestido y se arrodilló en lencería y dos lágrimas calientes rodaron por su rostro.

Su mejor amigo, Maik, alarmado, se agachó a su lado y la levantó.

—¡Por amor a la madre luna!, ¿qué pasa, Isa? —, preguntó con voz aguda y llena de preocupación, en cambio, Isa no podía formular palabras porque un nudo en su garganta se lo impedía.

Su equipo, que a su vez son amigos cercanos, la miraban con preocupación, queriendo saber qué podía causar que Isa pareciera tan rota, cuando siempre ha sido la representación de la alegría sobre la tierra; pues nunca se mostraba triste ni enfadada. No obstante, esta vez le es imposible sonreír porque está experimentando un dolor profundo que no puede explicar.

'Traicionada o tal vez defraudada' no encontraba la palabra, pero una de esas era la correcta.

Todos los ojos estaban puestos en ella, pero no se atrevía a explicar lo que estaba pasando, y ella solo negó con la cabeza, mientras las lágrimas seguían deslizándose por sus mejillas.

De vuelta en el área VIP, Xander estaba luchando con sus propias emociones y su lobo interior estaba inquieto y no podía evitar la sensación de que algo significativo acababa de cambiar.

Volvió a pensar en Juliet y recordó su mirada inquieta.

«Ella es mi esposa», se dijo como sí se convenciera así mismo, y trató de tranquilizarla a través de su vínculo.

, le aseguró, con la esperanza de calmar su ansiedad.

Juliet con ojos aguados y viendo su reflejo en el espejo trató de sonreír, formando con sus labios una curva temblorosa y forzada. Apreció las palabras de su esposo, pero no pudo quitarse de encima la sensación de pavor que se había instalado en su corazón.

«Definitivamente, ella es su predestinada», se afirmó a sí misma y en su fuero interno algo se desgarró.

, respondió con la voz resonando en su enlace mental, y las palabras sonaron huecas, incluso para sus oídos.

Mientras que, en su camerino, Isa finalmente logró hablar.

—Es él…—, le susurró a Maik, quien la miró con los ojos muy abiertos, tratando de entender.

—Es mi… compañero destinado—, repitió con voz apenas audible.

La revelación flotaba en el aire, una verdad pesada que amenazaba con romper la frágil calma del evento.

Maik miró a Isa, con los ojos muy abiertos por la sorpresa.

—Eso es genial, deberías estar feliz.

Cuando Isa estaba a punto de responder, la puerta de su camerino fue abierta bruscamente, y todos enfocaron su vista hacia la persona que exigió con tono autoritario.

—¡Salgan ahora mismo!

Maik no se levantó quedándose al lado de Isa, pero cuando la persona que había exigido que salieran gritó con tono agresivo.

—¡¡Todos!!—. Él casi se va de boca.
Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo