—¿Qué demonios estás haciendo? —pregunta entre dientes y se intenta ir, pero logro atraparla por los brazos.
—No te cases —le susurro al oído.
La piel descubierta de sus hombros se eriza y la noto estremecerse. Aunque no lo diga, ella también siente algo por mí.
—Natasha, no te cases.
—Claro que m