El lunes amaneció con todos los miembros de la familia batallando por levantarse, había colegio y trabajo, Madeleine, finalmente retornaría al trabajo, luego de un largo período de reposo, Renán estaba feliz porque podía ir con ella a la aerolínea cada día.
Ya puestos, cada uno asumió su responsabilidad de arreglarse para atender sus deberes, así se despidieron en la puerta de la casa, los niños subieron al transporte que los llevaba al colegio y ellos abordaron su automóvil para ser conducidos al edificio de Aerolíneas Viteri.
Hora y media después de ingresar a su oficina, Renán recibió una llamada de su secretaria Dina.
–Buenos días señor Viteri.
–Buenos días Dina, &ique