El primero en reaccionar fue Marcos, se movió con rapidez, dejando a Lía escondida detrás de su cuerpo, levantó la blusa de la mujer de un lado y se la entregó para que se cubriera, se pasó las manos por la cabeza en un gesto de frustración, y enseguida caminó un poco hacia la puerta para enfrentarse a la familia con una evidente expresión de enfado.
—¡¿Qué carajos hacen aquí?! ¿Cómo supieron dónde vivía y quién les autorizó para poder venir a mi casa sin anunciarse? —preguntó en tono severo.
—Hijo estábamos preocupados por ti, después de la declaración de tus padres a la prensa y luego cuando hablaste de estar comprometido con esa chica no te creímos, por eso queríamos verificar si era verdad —declaró con un poco de vergüenza su abuel