La pequeña tomó a Marco del brazo mientras esté palidecía, tragó grueso, sobre todo al ver la fiereza en el rostro de su tío Hefesto.
«¿Qué diablos le pasó a esta niña? ¿Acaso se le corrió una teja?» se dijo, más antes de poder hablar, la pequeña volvió a tomar la palabra.—No me mires como si fuese loca, tampoco lo pienses. Sé que soy una niña, aunque igual voy a crecer algún día ¿Acaso piensas que me quedaré de este tamaño? Mientras tanto, tendrás que esperarme. Puedes ir a fiestas, no solo. Siempre debes salir con Diego o mi hermano Evan.La niña se aferró con fuerza de la mano de Marco, a la par que este intentaba liberarse, parecía como si ella se hubiese adherido a su brazo, vio a Diego con una expresión de auxilio, y su hermano solo estaba divirti&eacu