NARRADOR
Alexander simplemente lo beso con deseo, mientras le estrujaba las nalgas y se apegaban ambos en el escritorio, los jadeos de lujuria se escuchaban ahí dentro. Estaban tan ensimismados en lo que hacían que no sintieron que tocaban la puerta y esta se abría dejando pasar a los socios que se quedaron observándolos. Anna entró detrás de ellos y al ver el espectáculo carraspeo la garganta y soltó
—Danko, aquí están sus socios
Ante esa noticia se soltaron y al darse vuelta se fijaron que tenían testigos y que estaban sonriendo. Anthony soltó
—Oigan ustedes no respetan a nadie. Por si acaso hubiesen cerrado la puerta con seguro
Boris, en cambio, menciono
—Son esposos que más da que deseen amarse en público. Lo único que no pueden hacer es... dejarse ver desnudos, jajajaja
Ambos cónyuges rieron y Danko hablo
—Bueno, es cierto, es mi esposo y lo amo. Además no se hagan que ustedes hacen lo mismo en sus oficinas y no con sus esposas
Anna no pudo contener su risa y exclamo
—¡Es cierto!