Aparece una barra de progreso en la aplicación Life Shift y me quedo sin aliento. —¡Dios mío!—.
Jade me quita el móvil. —¿Qué acabas de hacer?—
—Presioné el botón —Conoceme——.
——Dios mío—, tiene razón. —Jade frunce el ceño al mirar el teléfono que tiene en las manos—. Has pedido verlo de verdad.
¿Qué? —Creí que dijiste que era pre-beta—.
—Sí. Pero esta función se ha activado hoy. —Jade se levanta, tira el teléfono al sofá y empieza a pasearse—. Esto es terrible. Es terrible. —Por suerte, Val y yo llevamos nuestras bebidas en la mano, porque el trasero de Jade se golpea contra la mesa de centro cuando regresa, sentada frente a nosotros—. Espera. No. Puede que esto no importe. Si no son compatibles al setenta y cinco por ciento, no habrá contacto. Si no —suspira—, estoy despedida.
—Entonces quizá quieras empezar a buscar en las ofertas de empleo —dice Val—. Mira.
Miro la pantalla del teléfono que nos muestra y veo que el progreso está en un cuarenta por ciento, mientras que la compatibi