Ian empezó a abrir, poco a poco, los ojos.
Allí, delante suya, vio a Alice, de pie y con expresión de preocupación pintada en el rostro.
Incorporándose, el hombre se llevó una mano a la cabeza y preguntó:
-¿Qué...qué me ha...pasado?-
-Sufriste un desmayo- respondió la mujer.
-No...no me acuerdo-
Alice anduvo hacia él y se sentó a su lado.
Cogiéndole de ambas manos, le miró y dijo:
-Ian, yo...soy tu hermana-
Ian la miró como si le hubieran salido dos cabezas.
-N-no, no...no es...yo no tengo...hermana- titubeó.
Alice tragó saliva.
-Nuestra madre me...pidió que...durmiera a tu...lobo y que te borrara todos los...recuerdos- empezó a decir -Papá...él logró sacarte de casa y...te dejó en casa de un... matrimonio amigo y...humano- haciendo una pausa, prosiguió diciendo -Ellos te...criaron como su hijo-
Ian palideció.
-¿Lo-lobo?-
La mujer asintió con la cabeza.
-Somos, junto co