Traicionado.
Realmente había esperado enojarse mientras narraba todo el calvario que vivió, pero no pasó. Mantuvo el tono de voz neutro, su rostro pétreo y sus gestos casi nulos. No se alteró como creyó que sucedería.
Estaba… tranquilo.
—Y supongo que no culpaste a Johari por haberme ayudado en todo este tiempo, ¿verdad? Porque déjame decirte que ella estuvo reacia en aceptar, pero fui lo bastante insistente y le hice jurar que no te diría nada —comentó su hermano.
—Sinceramente, ayer no fui capaz de aclarar nada con ella —profesó, exhalando un suspiro—. Todo ha sido demasiado. Y sí, me enojé mucho. Me sentí traicionado. —Miró fijamente a su hermano—. Aún me siento traicionado. Hay muchas preguntas que necesitan respuestas de tu parte, Fran.
—Está bien. —Asintió, aguardando la explicación… —. Primero, ¿recuerdas aquella vez que te dije que necesitabas vacaciones y te aconsejé que delegaras parte de tu trabajo a Luciano?
—Fue hace mucho, pero sí, lo recuerdo —refutó.
—Bueno. No fue la primera