Ahora no es el momento, márchate de mi casa ya hablaremos tú y yo — contestó Mario
— ¿De qué tenéis que hablar Mario? — pregunté
— De nada Erika cariño, Leo por favor márchate — volvio a decirle
— Esta bien me marchare, pero si no tienes lo que un hombre tendría para decírselo se lo diré yo — contestó Leonor, dejándome atónita
—¿Qué tienes que contarme Mario? ¿dónde está mi hija? — le grite
—Erika cariño, cuando te calmes hablaremos — me dijo
— No Mario me lo vas a decir ahora o le preguntaré a ella — le insistí
— Está bien, yo fui quien te violo, mis amigos no te hicieron nada, Lidia es mi hija — me dijo
Me acerque a Mario, para darle una bofetada, pero me cogió el brazo
—¿Por qué, porque yo? — le pregunté llorando
— Porque quería darle a mi madre un nieto y me pareciste tan inocente, que creía que pagándote me darías al bebe cuando naciera, porque estabas sola y parecías una muerta de hambre, despues de violarte, contrate a un detective para asegurarme de que no te