Lo levantó frente a mí, sosteniendo su teléfono para que pudiera ver cada llamada que había recibido recientemente.
Los únicos nombres que figuraban eran los de sus hermanos y no había ningún número de teléfono desconocido.
Maniobró con sus mensajes de texto y una vez más me demostró que las únicas conversaciones que tenía eran conmigo, sus hermanos y…
¿Logan? ¿Le escribiste a Logan?
—Te dije que él me dio información sobre ti—.
Bien.
Ni siquiera quería saber qué más habían dicho de mí. Ni lo molesto que estaba Logan después de la conversación. Ni siquiera me lo había mencionado, lo cual me dolió.
Guardó el teléfono en el bolsillo y acercó sus labios a mi oído. Sus manos seguían en mis caderas, sus pulgares rozando suavemente mi espalda baja. —Eres la única mujer que quiero, princesa—. Sus labios rozaron mi hombro desnudo con un beso rápido. —Ni siquiera tengo tiempo para nuestra relación. Otra es imposible—.
Tenía razón. Pasaba mucho tiempo conmigo, y sabía que el resto lo pasaba con