Capítulo 37. Las malas noticias siempre llegan una tras otra
Después de verlos a unos, ser echados como lo hicieron con él y su familia y a Cándida ser detenida, se sintió un poco satisfecho, sin embargo, le parecía que no era suficiente, los Ferrer le causaron mucho daño a Natalia y dejarlos recuperar era un peligro para ella, sobre todo Simón, quien no tenía ningún escrúpulo, mas no iba a permitirle que amenazara la seguridad de ella y de sus hijos.
Sacó un cigarrillo y se lo puso en la boca, sacó el encendedor y prendió el cigarrillo, le pareció escuchar las palabras del médico de manera clara.
«—Kosta, debes evitar los cigarrillos, consumir licor, trasnocharte, debes alimentarte bien y hacer muchos ejercicios, debes tener reserva…»
—Definitivamente, es como si lo tuviera en persona frente a mí —respiró profundo, tiró el cigarrillo en el suelo, le puso el pie, lo apagó, lo volvió a recoger.
Estaba caminando hacia el auto, cuando una voz de mujer lo detuvo.
—¡Contigo quería hablar! No tienes idea de cómo añoraba tenerte en frente —espetó sin