Dana fénix, no sabía qué sucedería luego de salir de la milicia. Con la muerte de su abuelo, su mundo empezaría de un rumbo a otro. Un contrato que lo dejaría casado con la persona que ella misma busca capturar Walter, Walter. Tras estar en la misma con su enemigo. Y siendo la mujer más poderosa, oculta. Dana se ocupa de cerrar su corazón y no dejar pasar el amor. Tras su lucha se pregunta si ella sera capaz de completar todo como si fuera una misión más en su vida. Una novela donde el amor, el odio, se cruzan y tiene que romper barrer, para seguir. Dana podrá cerra su corazón, y no amar a su enemigo.
Ler mais_ ¡Cúbranla!
_ Retírense es una emboscada! _ Retirada es una emboscada, salgamos de aquí! _ Marcos y Félix salgamos de aquí maldición! _ Teniente Tenemos que salir de aquí, es una emboscada! ¡La llevaremos hasta la esquina, allá está una torre, podemos cubrirla, escondernos y hasta encontrar una salida! _ Cómo fue que sucedió esa m*****a emboscada?! ¡Albert nos emboscaron aquí, estamos fuera de territorio! Pero como es que nos encontraron estamos encubiertos qué m****a está pasando?! _ Parece que no estás encubierta en general! ¡O talvez alguien, nos vendió teniente! _ Gritaba Félix mientras protegía a su teniente. Una balacera potente desayuno en las colinas bajas del monte crochet, allí donde la Teniente general Dana Fénix, una chica de gran corazón. Nombrada como una guerrera. Una mujer que ha sido destrozada tantas veces que la convirtió tan dura, al igual que una armadura impenetrable.Corrieron colina abajo, 5 de sus hombres la cubrían. Corriendo hasta poder encontrar un refugio donde esconderse. Esteban, yendo encubierto, no entendió como una misión extraoficial pudo salir de tal manera. Como pudieron ser descubiertos tan fácilmente, no había explicación alguna.
Estaban en pleno camino, en medio del escombro, cuando el primer soldado cayó. Solo vio polvo nublar su visión. Era recuperar una m*****a mercancía. Una banda mafiosa había tomado el lugar, y el tráfico de humanos y armas se duplicaba en cada instante. Tenían que llegar chequear quién era el jefe de esta mafia y buscar como lidear con él. Pero cayeron bajo sus trampas en el territorio y ya estaban en sus redes. Alguien debió filtrar esa información extraoficial. Tenían un sapo en la base. Ella supuso todo lo que estaba pasando y buscaba la manera de sacar su equipo de se peligró. Pensó para sí misma luego de acurrucarse en un lugar hasta poder salir, perdió a unos cuantos de sus hombres. No podía arriesgar a más._ ¡Teniente, creo que tenemos que quedarnos aquí, hasta que las cosas se calmen! ¡Las cosas está muy calientes, afuera estamos siendo vigilados! ¡Las cosas salieron de nuestras manos, o simplemente por decir fuimos llevados a la emboscada, es una misión suicida!
_ Si es una misión suicida, de ella saldremos vivos. Quien sea que nos llevó a este huerto lo llevaré al suicidio. ¡Estamos enfrentando nuestra vida, tenemos que salir de aquí y planificar las cosas de otra manera!
_ Saldremos de aquí, voy a liderar camino si, ¡no regreso, vayan sin mí!
_ No seas impulsivo Félix, ese ataque estaba bien preparado. Primero atacaron al primer convoy y luego al del medio. Sabían que veníamos. Nos tienen acorralados. Cálmate solo estemos alerta por cualquier movimiento.
_ Dana estamos enfrentando una mafia rusa, las cosas no son tan fácil. Le habló Daniel El pez que estamos buscando agarrar es un pez gordo, se reúsa a morder el anzuelo. Tenemos que salir de aquí, tenemos que conseguir la forma de salir. Si la misión falla, pues que así sea, pero regresemos con vida._ ¡Chicos, cubrámonos, seguiremos este camino para salir, sean cuidadoso! Es territorio enemigo. Dijo Dana
_ ¡Teniente, hemos perdido a dos hombres, Felipe y Marco!— Le confirmo Eduardo.
_ M****a, crees, podremos recoger su cuerpo?! _ Son mis hombres, no los dejaré allí?! Y si no están muertos?!_ ¿Volver arriba? No, creo que se haga fácil, no sabemos lo que tenemos alrededor, no sabemos lo que pueda pasar. ¡Opino que salgamos y volvemos a investigar, para poder saber qué fue lo que pasó! Quién fue, quién nos atacó?!
_ Buena idea David, pero no podemos salir de aquí así. Tenemos que camuflarnos. Si queremos salir vivos tenemos que hacer algo. Tenemos que quitar todo lo que tenga que ver con la milicia, el tiempo que portamos enzimas, es corto, mantengamos un comunicado, podrán con esto?!
_ Si Teniente general, contigo hasta el final. ¡Si usted puede, nosotros podemos!
_ ¡Vámonos, creo que el tiempo se agota chicos, vámonos!Perdió a dos de sus hombres, Felipe, y marco sus dos chicos. Ella pasaba la mayor parte del tiempo, con ellos siempre estaban en práctica. Una Misión, Marco y felipe siempre la acompañaban en toda. Volver sin esos dos sería un duro gore para ella. Ella juraba hacerle pagar a quiénes los han separado. Tenía que cobrar venganza por ellos y buscaría hasta el fin del mundo si es necesario.
Nadie sabía lo que estaba pasando y ni siquiera ella. Le dolía la cabeza de solo pensarlo. Tenía que investigar, tenía que saber el resto y saber de esa mafia Rusa y afgana.Subieron una colina, había habitantes. Robaron ropas que habían lavado y tendido. Se mezclaron con ellos luego de esconder todo lo que portaban pesados que podían dejar. Se pudo mezclar muy fácil, por saber sus idiomas y hablar amablemente con ellos. Fueron amables, les brindaron agua y comida.
Había caído la noche, todo era intenso. Ella no podía dormir ni siquiera cerrar los ojos. Había subido a una azotea de una de las casas y pudo ver a cierta distancia. Gracias a Dios tenía unos auriculares que la ayudaban a escuchar las conversaciones de los demás. Se quedó para poder ver, y buscar pista, escucho las conversaciones, los gemidos, las loqueras de los demás. Todo esto para poder identificar una pista. Si algunos de los enemigos están hablando. Ser una teniente no es un trabajo fácil, cuanta vida ha visto irse en sus propias manos. Cuanto de sus compañeros no llegaron a despedirse. Cuantas veces ha tratado de oprimir sus lágrimas para ser fuerte y poder darle una buena guía.
La noche tenue, la calle a media oscura. Tomo una bufanda y se cubrió el rostro. Camino y se guio del guía hasta llegar al mercado. Es un mercado negro donde hacen todo tipo de negocios. Y podrá conseguir información y localizar a los chicos. En ese mercado no se podía confiar en nadie. Hombre como mujeres todo tenían algo bajo la manga. No tenía ningún mal presentimiento. Supuso que ellos están bien, y que se preocupaba demasiado. Pero tenía que estar alerta por si cualquier cosa llegara a suceder.
Estaba dando vuelta y vuelta hasta que llego a una esquina, no entendía, pero vio un hombre y que estaba completamente sospechoso.
No quería entrometerse en problemas porque estaba sola. Aunque es una muy buena peleando. Pero tampoco tenía que meterse en problemas en un lugar donde no tenía a nadie que socorrer. Miro a los lados y sus ojos cayeron el del hombre, y él se desplazó de su lugar dirigiéndose a ella. Se calmó y salió de la esquina. Lo vio salir de su esquina y estaba mirando de lado a lado, volteó su cabeza arriba, en ese punto también hay otro hombre que la miraba. Se metió a una esquina detrás de una vendedora para qué no la alcanzarán.
_ M*****a sea, por poco me pillan. Cómo hago para contactar con los chicos, debo barrer aquí es algo peligroso, aquí me huele algo muy peligroso. Y raro, ahora cómo hago para salir de aquí sin que me noten.
Miro por algunos lados, da vuelta a algunas esquinas detrás de los vendedores. Paso desapercibida, llegó a una esquina donde veo que también hay hombre buscando. Supuso que la están buscando a ella. Noto una tienda de ropas usadas. Entro, eligió unos atuendos y se cambió. Pago a la dueña y salió y se hizo una coleta, se puso una chaqueta con una capucha roja, debía desaparecer de aquí. Como se le ocurrió venir sola.
Salió del lugar, volvió a la casa, encuentro a la anciana sentada y leyendo un libro. una vez que entra ella le sonríe y le sirve a una taza de té. Ella le habla delo peligroso que es la calle a estas horas. Siempre desaparecen personas. Por eso solo salen de día. Si alguien no regreso a casa, ellos saben que fue vendido en el mercado.
_ Estuve rezando que regresaras, a salvo. Me has hecho compañía y me has ayudado. No tengo para darte, mi hijo, el único que me quedaba, fue llevado por los afganos. No tenemos protección, mi hija. Cuando ella le habló, las lágrimas forzaban por salir, pero no podía permitirse llorar. «Los reportes son ciertos, no hay protección aquí. Sea lo que pase debes defenderte sola. Esa misión es más que una misión suicida. Es casi imposible» Entro al pequeño cuarto que ella les brindó y saco el teléfono de comunicación. _ ¡Aún no hay señal de mis chicos! Apago el teléfono para evitar la pista de ruta y la embosquen en la casa de la anciana.En la mañana le marco a Félix, él responde, por lo que hay señal de vida con ellos. Eduardo también marcó con Albert, se conectaron para hablar, ellos también encontraron pista, estuvieron cerca, del lugar de la emboscada. Hablaron un buen rato, sobre donde tenían que juntarse para seguir buscando pista.
Y descubrir la verdad de lo que pasó. Eduardo le contó que cuando llegaron volvieron al lugar cerca del pantano no había cuerpo. Los chicos no estaban. Eso la sorprendió bastante_ Pues quién nos estaba buscando?! Se llevaron los cuerpos de los chicos. ¡Tengo que buscar pistas!
Intento de encontrar una radiación que tenía Felipe. Pero, nada no entra la señal. No sabía a dónde se lo llevaron, y qué está pasando. Le está llevando la angustia, es la primera misión que las cosas se salen de su controlLa brisa fría del norte soplaba a través de los árboles, llevando consigo el eco de un pasado que Felipe había dejado atrás. La Fortaleza Esmeralda se alzaba imponente ante él, un refugio de secretos y deseos ocultos. Había tomado la decisión de regresar, de alejarse de Valeria y su equipo, y de volver a la calidez de los brazos de Lucia e Isabel. Pero la carga de su elección pesaba en su pecho, como una piedra que no podía lanzar al río.Al cruzar la puerta de la fortaleza, el ambiente cambió. El aire era más cálido, impregnado del aroma a madera y las fragancias de las hierbas que Lucia solía usar en sus pociones. Felipe sintió un nudo en el estómago, una mezcla de alivio y culpa. ¿Era correcto dejar a Valeria? La pregunta lo atormentaba mientras caminaba hacia la sala principal.Lucia lo vio primero. Su cabello oscuro caía en cascada sobre sus hombros, y sus ojos brillaban con una luz que siempre había atraído a Felipe. “Felipe,” dijo, acercándose con una sonrisa qu
De repente, un sonido ensordecedor resonó en la sala. Uno de los hombres había sacado un arma. “¡Cúbranse!” gritó Felipe, empujando a Lucas hacia un lado. La confusión se desató, y Valeria sintió que el caos la envolvía.El caos se desató mientras los hombres de Bolo comenzaron a disparar. Valeria se lanzó al suelo, sintiendo que la adrenalina la impulsaba. “¡Devuélvanle el fuego!” gritó, buscando cobertura. Su corazón latía con fuerza, y cada disparo resonaba como un tambor en su pecho.Mientras las balas volaban, Valeria sintió que la tensión aumentaba. “¿Dónde está Liam?” gritó, sintiendo que la urgencia la consumía. La preocupación por su amigo la mantenía alerta.“¡No lo sé!” gritó uno de los hombres, su voz temblando de
__“Necesitamos actuar con rapidez,” __dijo Valeria, mirando a cada uno de sus compañeros. Su voz, aunque firme, traía un matiz de preocupación que resonaba en el aire. __“La reunión de Bolo es nuestra única oportunidad para obtener pruebas de sus operaciones ilegales.”__“¿Cuándo es la reunión?”__ preguntó un soldado, su expresión seria, casi sombría.__“Mañana por la noche. Bolo estará en el viejo hotel donde lo encontramos. Tendremos que infiltrarnos y asegurarnos de que nadie nos vea,” __explicó Felipe, sintiendo que la presión aumentaba a medida que cada palabra salía de su boca.“¿Y cómo vamos a hacerlo?” preguntó Liam, su voz aún débil pero llena de determinación. Cada palabra que pronunciaba era un recordatorio de su fragilidad, pero también de su fuerza interior.“Dividiremos al equipo en dos grupos. Uno se encargará de las distracciones en la entrada, mientras que el otro se infiltra en la reunión,” sugirió Lucas, su mirada fija en el mapa que te
“Sí, pero estamos preocupados. ¿Qué está pasando?” preguntó uno de los soldados, su expresión grave.“Tenemos información sobre la reunión de Bolo. Vamos a infiltrarnos y rescatar a Marco,” explicó Valeria, sintiendo que la determinación crecía en su interior.“¿Es seguro?” preguntó otro soldado, su mirada llena de preocupación.“No, pero no tenemos muchas opciones. Debemos actuar rápido,” respondió Felipe, sintiendo que la tensión aumentaba.Mientras discutían el plan, Valeria sintió que la presión aumentaba. “Necesitamos dividirnos en grupos. Algunos deben encargarse de la seguridad exterior, mientras que otros se infiltran en la reunión,” sugirió.“¿Y quién se encargará de rescatar a Marco?” pregunt&oac
Felipe buscaba todas las formas posibles de asegurarse de que Bolo pagara. Bajo su mano estaba Sativa, la hija de Bolo, quien intentaba escapar. Ella era una de las novias que él había mantenido cerca para controlar a Bolo. Sin embargo, con la boda de Dana, todo había cambiado. Necesitaba mantener a Sativa cerca, ya que ella era la llave hacia su padre. Bolo lo había traicionado, y era probable que su hija lo supiera. Si Bolo la estaba usando para atraerlo, ella pagaría igual que él.Mientras tanto, Dana había estado manejando todo a su manera. Felipe estaba en busca de Bolo, y su plan había marchado a la perfección. Había enviado a Cairo como infiltrado para obtener información, al igual que otro miembro de su equipo. Dana sabía de toda la operación y, consciente de que Felipe era un hombre despiadado, lo usaría como había hecho antes con Valeria, quien había traicionado a Dana para estar con Felipe.Dana aprovechó la ausencia de Felipe en la empresa para involucrar más de sus empresa
Felipe tenía el semblante tenso mientras avanzaba hacia el hombre de la barra. Sus ojos oscuros, cargados de un peso que parecía imposible de llevar, reflejaban algo más que preocupación. Era rabia contenida, un fuego que ardía bajo la superficie y que solo él sabía controlar. Valeria lo observaba desde atrás, intentando descifrar sus intenciones, pero Felipe era un enigma. Siempre lo había sido.El bar, llamado “El Refugio”, no hacía honor a su nombre. A pesar de la música suave y las luces tenues, el aire estaba cargado de una tensión que se sentía en cada rincón. Las miradas furtivas de los pocos clientes presentes parecían buscar algo, o tal vez a alguien. Valeria apretó los labios, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza. Sabía que estaban entrando en terreno peligroso.—¿Estás seguro de esto? —le susurró Valeria a Felipe, mientras caminaban hacia el hombre con la cicatriz en la mejilla.Felipe no respondió de inmediato. Su mandíbula se tensó, y el pequeño tic en su ceja izquie
Último capítulo