135. LA TRAMPA DE MI SUEGRA
Con el corazón acelerado y la voz temblorosa, traté de explicarle a mi tía lo que había intentado hacer. Mis ojos reflejaban una mezcla de confusión y arrepentimiento mientras buscaba las palabras adecuadas para expresar mis intenciones.
—Jamás humillaría a Ivory así, tía. No fue eso lo que estaba haciendo —insistí, mi voz cargada de emoción—. Solo quería protegerla, no pensé que se vería de esa manera.
—Ilán, sé que es la primera vez que tienes una relación seria, y más aún con una chica de orígenes como los de Ivory, pero no eres tonto —dijo ella, con un tono firme, pero no carente de afecto—. Mira en la televisión ese gesto y dime qué te dice. Hazlo, Ilán, y entenderás lo humillada que se siente tu mujer en estos momentos, más con la cantidad de cosas que están diciendo de sus pobres padres. Y veo la mano de tus enemigos en ello.
Con un nudo en la garganta, encendí el televisor de mi oficina y sintonizé el canal de mayor audiencia en el país. Mis ojos se abrieron con hor