~Alex~
Le había pedido permiso a mi hermano que me dejara llevar a Alejandro el fin de semana conmigo, se supone que solo éramos nosotros dos hasta que el pequeño se le dio por invitar a la insoportable de Analía y, seguramente, si ahora le digo que no, hará un berrinche.
Lo adoro, y es la única persona por la que daría la vida, pero admito que me saca de mis casillas. Él me recuerda cuando yo era un niño, la única diferencia es que él sí tiene todo, y yo crecí con el vacío de un padre.
—¿Pasaremos por Analía?
Alejandro mueve sus pequeños pies.
—¿Por qué tiene que ir con nosotros? Siempre vamos juntos, ella es molesta, odiosa y demasiado prepotente.
—Me agrada, y no es nada de lo que tú estás diciendo.
—¿La defiendes? ¡Dios! Me descuido y me cambias.
—No te voy a cambiar, tío, pero ella me hace sentir bien. ¿A ti no te gusta? A papá le encanta, pasa hablando de ella.
—Es demasiado fea para mí.
Me queda mirando y suelta una risita, logrando que se me escape una también, él es demasia