Calógero y su familia, se decidieron en comprar, además, el periódico más importante de la ciudad y de la costa norte del país, “El Emisario”. Todos consideraron que quizás eso podía ser una buena noticia. Nombraron como director del periódico, a un aventajado periodista que vino especialmente de España para dichos fines y que apodaban en su círculo de amigos íntimos, “El Catalán”.
Para completar la posesión sobre los medios de comunicación, primero adquirieron una emisora de radio, pero más adelante llegarían a convertirse en toda una red de más de cien, que conformaban una cadena a nivel nacional. El logo y énfasis en sus dos colores; no había dudas de que había adquirido presencia y una importancia radical.
Realmente era impresionante su crecimiento. Su técnica de lavado de activos era sup