Entre las dunas del desierto y la orilla del mar, hace muchos siglos se erigía un poderoso sultanato, conocido como el Sultanato de los Mares del Sur, cuyo sultán Zeheb buscaba a su futura sultana en otro poderoso imperio, Adalet, hermana menor de la ministra más poderosa de su sultanato, cautiva al sultán y este se le lleva a su hogar en donde la hace su primera esposa, dado que el sultán tiene un vasto harén... Con su alteza Adalet, también también viajó al sultanato de los mares la princesa heredera Aysa quien cautivó al gran visir y hermano del sultán Zeheb... La vida de los sultanes era el ejemplo del amor verdadero entre un hombre y una mujer, pero la codicia y soberbia se encargaría de separar a los amantes, y un sultán conocido por querer poseer todo aquello que fuera de exuberante belleza, no descansaría hasta tener a la sultana de los mares, pero ella demostraría, que nadie salvo Zeheb podría tenerla... Muchos años después el hijo de ambos, el sultán Mustafá, reclamaría la corona de su padre...y vengaría la caída de su hogar...
Leer más–Bien niños esté es el salón dedicado a nuestro emperador Mustafá, mejor conocido como el sultán aguas negras – llevando a los dulces niños hacia la enorme pintura dedicada al joven emperador
– ¡Maestra Aysa, Maestra Aysa!
–Dime Adalet
– ¿Por qué le dicen sultán? En los libros de historia dicen que fue un emperador
–Bueno, en realidad es un sultán su padre fue un sultán – sonriendo al ver los ojitos brillantes de aquellos niños – y es emperador porque su madre fue emperatriz
– ¿Eh?
–Déjenme le explico niños – viendo como los niños la observan – el padre del emperador Mustafá, era un sultán de los mares del sur, su madre era una joven de un reino que ya no existe llamado Sultanato del Sudeste
– ¡Zeheb, Zeheb! – sacudiendo al pequeño niño a su lado – la mami del emperador era una linda niña como yo – dando una enorme sonrisa
–No me agites, eres molesta – mirando a la niña que hace un puchero
– ¿Quieren saber más niños?
– ¡Sí Maestra Aysa! – dicen los niños mientras dan enormes sonrisas
–Bien entonces vamos al jardín del museo y mientras toman sus refrigerios les contaré la historia del sultán Mustafá
Los pequeños salen en compañía de su maestra y toman asiento alrededor de esta en el suave pasto, todos sacan de sus loncheras sus refrigerios y empiezan a comer mientras que la maestra de los pequeños da una suave sonrisa a los niños antes de comenzar con su relato.
–Bien niños para empezar, la madre del sultán Mustafá era la hermana menor de una de los ministros de Sultanato del Sudeste – todos los niños la ven extrañados – en esa época, hasta las mujeres que lo mereciesen tenían altos cargos
– ¿Eh? Pero Maestra Aysa
– ¿Qué pasa Meltem?
–Usted dijo que la emperatriz era…
–Les dije que venía de ese reino, pero lo que sucede es que en realidad el sultán Zeheb iba a realizar una visita, para conocer a la princesa heredera de Sultanato del Sudeste
–Y fue cuando conoció a la emperatriz ¿verdad maestra?
–Así es Selim – dando una sonrisa
– ¿Cómo se conocieron Maestra Aysa? – mientras toma su juguito
–Bien les contaré pero antes…dado que los nombres de los sultanes se han olvidado por lo antigua de la historia…¿Qué les parece nombrarlos como a dos de ustedes? – y en el acto todos los niños levantan sus pequeñas manos – bien para el nombre de la sultana, bien escogeré a Adalet
– ¡Sí! ¡¿viste Zeheb, viste?! – sacudiendo al niño que apenas la observa
–No me agites – dando una mordida a su emparedado
–Bien para el sultán – mirando hacia lo niños – ¿Qué te parece si lleva tu nombre Zeheb?
–Me parece bien – volviendo a comer y recibiendo una sonrisa de parte de la maestra
–Bien entonces empecemos
Hace mucho, mucho tiempo, tanto que ya se ha olvidado el lugar donde estaba construido aquel palacio, hubo un sultán de nombre Zeheb, quien se dirigía hacia el reino de Sultanato del Sudeste, en una visita con fines políticos, el ideal del emperador de Sultanato del Sudeste, Mehmet era casar a su única hija Aysa con el sultán, pero ni el sultán ni la joven doncella que hacía compañía a Aysa imaginarían que ese viaje daría un vuelco totalmente inesperado.
–¡Hermana, por favor!
–Ya te dije que no Adalet
–Por favor, por favor quiero salir a cazar, no me niegues mi deseo – poniendo ojitos suplicantes
–El día de hoy viene su majestad el sultán Aguas Negras
–Pero él viene a ver a su alteza – haciendo un puchero – ¡por favor, hermana!
–Está bien – abanicando su rostro, mientras observa la enorme sonrisa de Adalet – pero no te vayas a meter en problemas
– ¡No lo haré, gracias hermana querida! – mientras sale corriendo de la habitación de su hermana y se topa con el general de mayor rango del ejército – general Ahmet
– ¿Tu hermana?
–Ge está en su habitación, ¿viene a disculparse?
–Digamos que sí – rascando su cabeza – deséame suerte
–Suerte general – dando una sonrisa mientras sale corriendo a su habitación por su aljaba y arco
Adalet sale de su habitación y se dirige a los establos de donde toma su caballo y sale del palacio tomando rumbo hacia el bosque en donde empieza a rastrear algún ciervo, conejo o animal que esté en las cercanías así que mientras rastrea no se da cuenta o no percibe la vibración del suelo, así que sigue andando, cuando ve la silueta de algo entre los árboles.
–Perfecto, ya estaba perdiendo la esperanza – colocando una flecha en el arco – bien por lo que veo es un ciervo de gran tamaño – disparando la flecha y ve como esta da en el blanco – ¡lo hice!
– ¡Alguien hirió a su majestad! – dejando a la joven pasmada – viendo como varios caballos se dispersan y la rodean
– ¿Eh? – y en el acto se ve rodeado de varios caballos que el apuntan con flechas – ¡esperen!
– ¡¿Cómo te atreviste a herir a su majestad?! ¡el sultán Aguas Negras! – dejando pasmada a Adalet
–Yo…yo solo estaba cazando ¡pensé que era un enorme ciervo! ¡lo siento no quise hacerlo! “mi hermana va a matarme, me dijo que no me metiera en problemas y ahora resulta que herí al sultán, estoy muerta”
– ¡Iremos con el emperador Mehmet! ¡y exigiremos una forma de reparar esta falta! ¡rodeen a esa joven y no la dejen escapar!
– ¡Esperen mi hermana mayor es ministro de su alteza!
– ¡Eso lo veremos, andando! ¡tenemos que llevar a su majestad para que sea atendido!
Al cabo de unos minutos los guardias del emperador Mehmet llegan e informan sobre lo sucedido con el sultán y que la flecha ha dado en uno de los hombros del monarca así que el sultán es llevado a un palacete para ser atendido, mientras que a la ministra de mayor rango del emperador le informan que su hermana está detenida en el patio central por haber sido la causante, Asya en el acto pide hablar con su hermana quien se encuentra esperando por ella en el patio del palacio, así que llega y sin pensarlo mucho le da una cachetada a la joven que solo puede bajar la mirada y derramar lágrimas en silencio.
- ¡Mi señor, lo sabía! ¡decirle a Ismail de esa bastarda funcionaría!-Ya veo...supe que nadie atendió el parto de Adalet- ¡Pagué a ese idiota del médico y la zorra de la partera! ¡les hice creer que cuando fuera sultana les daría altos cargos y fortunas!-Ya veo – mirando al guardia, quien le regresa la mirada – supe que Ediz te sentenció a muerte- ¡Mi señor si quiere verme feliz, ordene la muerte de ese hijo de perra!-Claro que haré feliz a mi hijo- ¿Eh?Mirando a sus guardias – cien azotes más – Ceren queda en shock-¡Mi Señor!-Y su cuerpo lo quiero hecho trizas en el desierto, no faltaré al mar con esa escoria- ¡Mi señor, usted me prometió!-Retiro mi palabra – y así se aleja...Zeheb se dirige al harén dado que ha estado ocupado y no ha ido a ver a sus consortes y en especial a Defne, así que cuando este llega las consortes de Zeheb se acercan y hacen una solemne reverencia, pero Defne no puede contenerse más y corre a los brazos del hombre, quien la recibe sin ningún probl
-¿Cómo están?-Están bien su alteza – haciendo una reverencia – deberán descansar un par de días-Bien, ahora quiero que me expliquen lo que sucedió – mirando a uno de los generales de ZehebY así el hombre explica que Zeheb ordenó a su ejército hacerle creer a Ismail que había muerto, así el beta bajaría la guardia todo por el afán de tener a Adalet.A las pocas horas los niños llegan y corren hacia los brazos de sus madres quienes los reciben gustosas entre sus brazos y llenando sus caritas de besos, Defne se acerca corriendo y toma a su bebé en brazos quien apenas llora mientras hace morritos contra el pecho de su madre.Mientras todos esperan porque Zeheb y Adalet reaccionen.Los días pasan y los sultanes no reacciona, Asya ha llegado al sultanato dado que Aysa informó a su padre los acontecimientos, así que la joven llega en compañía de su esposo y los niños al verla quedan encantados con el hecho de que la pancita de la joven ya se nota.-¡¿Cómo está mi hermana?!-Ministra Asya.
El palacio es cerrado los guardias que quedan y los ministros de Zeheb se organizan, para proteger los deseos de Adalet, así mueran en el intento, mientras las mujeres se visten con sus trajes nupciales, y los niños llevan trajes de color rojo en la habitación del harén Adalet se coloca su traje de bodas, y la tiara que Zeheb le regalara, toma las cenizas del sultán que estaban en una urna y toma la seda que tiene las marcas de la manos de los sultanes. Y se dirige hacia el harén, le dará donde más le duele a Ismail, no la tendrá…así que espera porque el hombre quien arrebató su felicidad llegue.Un par de días después, un centinela alerta de la llegada del ejército de Ismail, los guardias se reúnen en las puertas del palacio mientras que en el palacio del harén una procesión encabezada por la sultana llega hasta la entrada del harén.Un espía de Ismail informa de las intenciones de la sultana y el hombre se desespera, si degolló a Zeheb fue porque quería a esa joven, sometida en su c
El guardia anuncia la llegada de Adalet y siente pena por la joven, pero sabe que cuando Zeheb llegue esta mejorará...eso desea...–¡Su majestad la sultana Adalet! – todas las mujeres y niños ven llegar a Adalet de los brazos de Ayaz– ¿Eh? – levanta la mirada y ve a Adalet usando un vestido y velo negro, ve a las mujeres, niños y niñas, todos llevan trajes negros y las mujeres llevan velos negros – majestad, piedad, en nombre de la diosa del viento piedad– ¡¿Cómo te atreves a pedir piedad?! ¡la sultana está muriendo por tu culpa! ¡maldita blasfema!– ¡Su majestad es buena, como la diosa del viento! ¡su majestad por favor tengo un hijo!– ¡Mi madre está muriendo por tu culpa! – dejando a la mujer esa en shock– ¡Alteza, en nombre de nuestro amor al sultán le pido piedad! ¡yo no quería que su majestad muriera! ¡Ismail me mintió! ¡lo juro mi señora!–Me quitaste a Zeheb – tomando una enorme piedra – dejaste a mi hijo sin padre, dejaste a diez niños sin padre, ¡mira lo que tu egoísmo y
-¿Se ha hecho todo? ¿esa mujer del infierno?-Hemos recibido un halcón, su majestad Ediz ha sentenciado a muerte a esa mujerZeheb frunce el ceño, no solo por la herida en su pecho que debe dolerle como el demonio, sino porque esa maldita mujer fue la que causó todo desde un principio, pero lo que más le molesta es que haya sido su hijo quien decidiera el destino de esa maldita mujer, el sultán del norte tenía razón...debió deshacerse de esa mujer desde un maldito principio, no tenerle consideraciones solo por ser la madre de Ediz.-Envía un mensaje...que hagan lo que sea para mantener viva a esa mujer, que digan que no resistió lo azotes, cualquier cosa...pero yo tengo que ser quien se encargue de ella-Cómo ordene majestad – haciendo una reverencia – majestad, creo que deben ver su herida-De acuerdo, llama al médicoEl general hace una reverencia.….–Adalet – entrando y ve a la joven alimentando a su hijo–Alteza, no tengo leche ¿Qué voy a hacer? – dejando que sus lágrimas caigan
–¡Tío! – mientras entra corriendo a la sala del trono–Ediz ¿Qué pasa?– ¡Tío, fue mi madre, fue mi madre ella tuvo la culpa! – mientras tiembla y el hombre se acerca – ¡fue ella quien le dijo a Ismail sobre la sultana! ¡por su culpa mi padre está muerto, y la sultana está agonizando! – entregando la nota a Berat Berat toma la nota y su ojo se abre de par en par al leer el contenido de esta su irá está creciendo a niveles asesinos, debió matar a esa mujer cuando tuvo la oportunidad, Ceren llega y empieza a zarandear a su hijo quien llora y lo llama de forma desesperada.–¡Suéltalo!– ¡Alteza este niño me ha faltado al respeto!– ¿Faltado al respeto? – chasquea sus dedos y dos guardias toman a la mujer, el niño se acerca corriendo y se esconde detrás de Berat, quien se acerca lentamente y en acto conecta una buena bofetada a la mujer tanto que le rompe el labio – ¿Cómo te atreviste a decirle a Ismail de la sultana? ¡¿Cómo conseguiste su retrato?!–Alteza–Habla o ahora mismo haré que
Último capítulo