Haz algo. Ahora.
La puerta de la habitación se abrió suavemente, y Genevieve entró, pareciendo estar en busca de algo. Al ver a Ulrich, hizo una rápida reverencia.
"Majestad, no esperaba encontrarlo aquí."
Ulrich alzó la mirada, sosteniendo el cuaderno.
"Si está buscando a Phoenix, ella no está aquí."
Genevieve vaciló, nerviosa.
"En realidad, vine a buscar esto", dijo, señalando el cuaderno.
Ulrich miró el objeto en sus manos y lo entregó sin dudar.
"Ah. Claro. Entonces llévelo. Y, si puede, dígale que..." Respiró profundamente, intentando encontrar las palabras. "Dígale que no voy a rendirme con ella, hasta que me perdone."
Genevieve tomó el cuaderno, pero antes de salir, dijo con suavidad:
"Phoenix pidió este cuaderno porque es lo único que quiere llevar. Se va, Majestad."
Las palabras le golpearon como un mazazo. Genevieve salió de la habitación, dejando a Ulrich una vez más solo. El espacio a su alrededor parecía vacío, tan frío como él se sentía. Pasó la mano por su cabello, intentando disipar la