—¿Cómo... como... adopción? —preguntó con voz ahogada y solo obtuvo una afirmación.
—Eso es exactamente lo que es —replicó Aaron—. A partir de hoy yo voy a ser tu papá, pero me gustaría preguntarte si quieres conservar tu apellido, o si quieres usar el mío.
Al niño se le llenaron los ojos de lágri