Mundo ficciónIniciar sesiónLa Reina Amara de Zahiria no era lo que Mariana esperaba. Tal vez había imaginado figura imponente, distante, adornada con joyas que gritaban poder. En cambio, la mujer que entró al salón privado era casi ordinaria en su elegancia: cincuenta y cinco años con gracia natural, hijab de seda color lavanda, ojos que llevaban peso de décadas de búsqueda infructuosa.
Y esos ojos se llenaron de lágrimas en el momento en que vieron a Mariana.
—Dios mío —susurró Amara, su mano volando a su boca—. Eres ella. Eres exactamente ella.
Mariana se había preparado para esta reunión toda la semana, pero ninguna preparación era suficiente para la intensidad de este momento. Khaled estaba a su lado, su presencia silenc







