Al llegar a casa Rossane y Gely miraron el suelo y en el había una cruz con flores y veladoras a su alrededor.
¡Gely! ¿Por qué las flores están en el piso? – preguntó Rossane –
¡No sé!, pero ahí estaba papá – respondió la niña –
¡hermanita! Si mi papito fue al cielo, ¿Cuándo va a venir? ¡ya lo extraño! – con carita triste preguntaba Rossane –
¡Yo también lo extraño!, pero me dijo ese señor que esta con la tía paula que es un viaje muy largo y mi papá es una estrella. – Señalando al pretendiente de Paula, respondió Gely con su carita igual de triste a la de Rossane –
Gely de pronto miró todo alrededor y observó a su abuelita Julieta sentada en su mecedora se encontraba como de costumbre en silencio, y se dio cuenta que le escurrían sus lágrimas y no dejaba de mirar la cruz, sin pensar corrió a donde estaba ella.
¡Gely! ¿A dónde vas? – grito Rossane –
¡Ven! – dijo Gely parándose a esperar a su hermana –
¿A dónde vamos? – preguntó Rossane –
¡Aquí! ¡con abuelita! – parándose a un lado de