Por fin Rossane cumpliría su primer añito de Vida, Gely para entonces ya tenía dos años y medio; sus papás se dirigieron a la iglesia para dar gracias a Dios por la vida de su hija, saliendo de ahí se dirigieron a un mercado para comprar todos los ingredientes necesarios para la preparación de la comida que se iba a compartir en la fiesta de Rossane.
Llegando ahí fueron directo al lugar preferido por los niños. “La dulcería.”
¡Papi! ¡Dulces!
¡Papi! ¡Duches! -Gritaron las niñas-
¡Papi! ¡Bombón!, ¡Papi! ¡Sii! -Pedía Gely-
¡Si!, solo si se comportan tranquilas, asintió Josué
Iban entrando a la dulcería cuando de pronto la pequeña Rossane miró en una esquina en lo alto una piñata en forma de un pájaro tipo guacamayo, y de inmediato quedó encantada con ella.
¡Papito! ¡compamela!¡pajaito! -pedía Rossane, en su lenguaje apenas entendible-
¿Qué te compre qué? -preguntó Marian-
¡Pajaito! ¡Mami! ¡pajaito!
Marian buscó con la mirada por la dulcería hasta que encontró la piñata
Ross hija, ¿Qu