Los siguientes días de vacaciones las niñas jugaban como de costumbre y por la tarde buscaban estar con su papá en el saloncito de trabajo, esperando que Josué cerrará para que las pudiera llevar a pasear al parque o les llevara a comprar pan.
Rossane al ser la mas chiquita era todavía un poco más consentida por sus padres, por lo cual gustaba de estar con su papá mucho y disfrutaba más mientras Gely quedaba en la parte de atrás con su mamá repasando lecciones.
Una tarde Gely corrió a llamar a Rossane, a quien encontró sentada en las piernas de Graciela jugando un “futbolito de mano” (una cajita con una pelotita dentro, que tenia pintado una cancha de futbol, objetivo pasar obstáculos y meter Gol).
¡Rossane! Te llama mi mamá – dijo Gely –
¡ya voy! – poco convencida respondió Rossane –
Ambas niñas salieron corriendo a la parte de atrás, donde se encontraba su mamá
Es hora de bañarse hijas – dijo Marian –
¡Mamá! ¿ya no vamos a ir al parque con papá? – preguntó Rossane –
“Hoy no”, papá t