Cuando por fin estuvieron en los brazos de sus abuelitos, se sintieron todavía mas mimadas al recibir de ellos muchos besos. Y ver a otros niños que apenas conocían ya que no llegaban muy seguido a visitarlos, por la dificultad del transporte que solo era marítimo.
Rossane y Gely jugaban y corrían alrededor de su papá ya que el era quien les proporcionaba la seguridad que sentían.
¡Vayan a jugar con sus primos! – dijo Josué –
¿Ellos son nuestros primos? – preguntó Gely –
¡Si mi princesa! ¡lo son!
¡Rossane! ¡Ven!
¡papá! ¡Quiero una paleta! – con voz mimada dijo Rossane –
¡Vamos a la tiendita! – respondió Josué –
Las tomó en sus brazos y se dirigió con ellas a la tienda y mientras caminaban les iba mostrando los árboles y las casas de los demás familiares ya que como no había carretera solo iban por el camino real como le llamaban
A ver mis princesas les bajare un momento, aquí es la tienda – dijo Josué –
¡paletita papá! Yo quiero paletita – Emocionada pedía Rossane –
¡si hija! ¡Ahora