La noche anterior a mi boda, el castillo entero parece contener el aliento.
Las antorchas proyectan sombras danzantes sobre los muros de piedra, mientras el aire se llena de un murmullo inquietante. Los sirvientes evitan mi mirada, los nobles me observan con una mezcla de curiosidad y lástima.
Porque todos saben algo que yo aún no.
El ritual es una tradición antigua, uno que se remonta a tiempos en los que las alianzas no se forjaban con palabras, sino con sangre.
Y yo, Lyria de Eldoria, estoy a punto de unirme a la sombra más oscura de este reino.