Capítulo XXXIII...
La enfermera se marcha, dejando en un ambiente muy incómodo a Caín y Estefanía, Caín está por marcharse para evitar tener que delatarse, cuando Estefanía habla…
-Deja de fingir…
- ¿De qué hablas?
-Sabes tan bien como yo, que Mila es tu hija – Caín queda en shock pero no lo demuestra
- ¿De qué demonios hablas?
-No finjas ¡no finjas! ¡tú eras ese lobo de esa fiesta!
- ¿Qué fiesta? – ladeando la cabeza – ¿crees que tengo el tiempo de ir a festejar cuando tengo deberes como Alfa de una manada? ¡tú eres la que pierde el tiempo como una zorra, desvergonzada!
Estefanía queda en shock…
-Ahora si me permite Alfa Estefanía, tengo cosas que hacer, no puedo perder el tiempo con una bastarda que NO es mía
Y así Caín sale dejando a Estefanía quien empieza a llorar – ¿Por qué no reconoces que ella es tu hija? – y así rompe en llanto
Caín empieza a llorar, cuando ve a Arthur acercarse con una sonrisa de suficiencia – ¿Qué demonios quieres?
-Iré a ver a mi hembra…está delicada por el riesgo de aborto,