POV: AIRYS
Daimon inclinó ligeramente la cabeza hacia un lado, analizando cada milímetro de mi expresión. Subió la otra mano con firmeza, sujetando mi rostro entre sus palmas grandes, cálidas y seguras. El toque era fuerte, pero sin lastimar. Era un dominio natural, autoritario, visceral.
Suspiró hondo. El sonido reverberó en mi pecho.
Alzó mi mentón con cuidado, como si se preparara para algo mucho más allá de las palabras. Y entonces, sin aviso, tomé mis labios.
El beso fue distinto a todo lo que esperaba en ese momento.
No vino con dominio.
No vino con brutalidad.
Fue suave.
Tranquilo.
Profundo.
Un contraste brutal con el caos que hervía dentro de mí. Jadeé con el contacto, sintiendo los mús