POV: AIRYS
Encontramos a las hermanas Celestiales detenidas en la puerta, esperándonos como si ya supieran que estábamos a punto de llegar. El aura que las rodeaba era tranquila y poderosa, como si el propio bosque se inclinara ante su presencia.
Sin decir una palabra, nos guiaron hacia el interior del claro cubierto de musgos y flores que latían bajo la luz de la luna. El aire allí parecía más ligero, como si el mundo se detuviera solo para ese momento.
— Siéntate aquí, hija de la Luna. — dijo una de ellas, señalando el centro del círculo.
Obedecí, doblando las piernas en posición de loto sobre la hierba húmeda y viva. Sentí la energía de la tierra vibrar bajo mi cuerpo, acogedora, envolvente.
Daimon se arrodilló a mi lado, firme e imponente. Sin decir una