POV: DAIMON
No podía rastrearla por el olfato. Su aroma no atravesaba el aire, no marcaba territorio, no provocaba mi piel como antes. Pero había algo... una sensación sutil, casi imperceptible, que insistía en vibrar bajo mi piel: sus emociones. Discretas, escondidas, como si estuvieran protegidas por alguna fuerza desconocida, pero aún allí. ¡Vivas!
— Alfa, ¿está seguro de que ella sigue viva? — Symon apareció justo detrás, la respiración agitada, los ojos atentos, olfateando el aire a nuestro alrededor. — Sobrevivir a aquella caída, a la corriente y al hielo... sería un milagro.
Gruñí bajo los colmillos, cortando el aire helado.
— La Diosa la quería tanto como Fenrir. — Mi voz salió grave, cargada de frustración e instinto. — Hay algo ocultando su presencia. Algo fuerte. Por eso no la sentí. Es como si su olor ya no existiera en este plano.
Symon entrecerró los ojos, la tensión marcando cada músculo.
— Eso explica el aumento en el número de lobos y brujas a nuestro alrededor... — g