C94-SALVARLA.
C94-SALVARLA.
Las puertas de hierro del cementerio se cerraron tras Eros y avanzó sin prisa, con la mirada fija en la figura solitaria frente a la cripta principal.
Ezra lo esperaba de pie, las manos en los bolsillos, tenía mucho tiempo sin verlo, pero seguía siendo alto, de rostro atractivo, mandíbula marcada, cabello peinado hacia atrás… pero con esa sombra permanente en los ojos, esa malicia latente que no podía ocultar ni aunque lo intentara.
La crueldad lo marcaba como un tatuaje invisible, donde cada línea de su rostro contaba una historia de traición.
Sus ojos se encontraron y Ezra alzó las cejas, con una sonrisa burlona.
—Vaya… pensé que no llegarías. ¿Te detuviste primero entre las piernas de mi mujer?
El corazón de Eros golpeó con fuerza y todos sus músculos se tensaron, al tiempo que sus ojos se oscurecían. La manera en que Ezra la llamó su mujer le desató una oleada de rabia que le quemó por dentro.
Y Ezra lo vio y lo disfrutó.
—¿Te enoja, hermano? Oh, vamos… pero si es la