C85- CONFESIÓN.
C85- CONFESIÓN.
La puerta se cerró con un golpe seco. Camille se sobresaltó.
—¿Qué estás haciendo, Camille?
La voz de Stefan retumbó en la habitación como un trueno. No había gritado, pero el tono era puro veneno. Sus pasos resonaron contra el suelo de mármol mientras se acercaba.
Camille tragó saliva, sus dedos temblaron. Intentó esconder el libro tras de sí, pero ya era demasiado tarde.
—N-nada… solo buscaba un documento —balbuceó, dando un paso atrás.
Stefan se detuvo frente a ella.
Y sus ojos bajaron hacia el objeto entre sus manos y, al instante, algo cambió en su rostro.
Lo reconoció. Ese maldito libro.
—¿Un documento? ¿Como este?
Se lo arrancó sin esfuerzo, lo abrió frente y hojeó apenas unas páginas.
Camille palideció.
Era el libro de rutas, aquel que sólo él, su padre y sus hombres de más confianza podían tocar. Su mirada se volvió oscura, como si una tormenta le hubiera nublado el alma.
—¿Así que era cierto? —dijo, la voz subiéndole, de grave a dura—. ¿Le entregarías mis rut