C157- TU ERES MI CENA.

La noche cayó sobre París con un silencio apacible, y la mansión estaba sumida en una calma acogedora. Cuando Eros abrió la puerta de la habitación, encontró a Lucy en el sofá, leyendo con los pies descalzos sobre un cojín y el cabello recogido en un moño flojo.

Llevaba puesto uno de sus suéteres grandes y sonreía sola, completamente absorta en la historia. Eros entró sin hacer ruido y se detuvo al verla.

Frunció el ceño.

La esperaba molesta, tal vez con un discurso preparado, pero no… Ahí estaba, radiante, relajada, feliz. Como si no hubiera habido conversación incómoda esa mañana, como si no lo hubiese visto salir huyendo.

Lucy alzó la vista en cuanto lo sintió, y su sonrisa se amplió de inmediato.

Dejó el libro y se levantó con una energía que lo descolocó aún más. Caminó hacia él contoneando las caderas y lo besó en la mejilla antes de envolverle el cuello con los brazos.

—¿Qué tal tu día?

Eros parpadeó, desconcertado.

—Normal… —respondió despacio, rodeándol