—¿Viste las noticias de hoy?— pregunté, casi inaudible comparado con las fuertes masticaciones del resistente pan de masa madre.
—Lo hice—, respondió.
—No creo que sea cierto... lo que dijeron de Gabriel. ¿Tú lo crees? —De repente, su opinión empezó a importar mucho. Aguilar Jones se quedó callado, lamiéndose la mermelada de pimiento del pulgar antes de responder.
Creo que a ese Miguel le van a demandar por difamación. Pero no, no creo que sea cierto. Sé mucho sobre Alex, pero esta acusación parece improbable. Quizás valga la pena investigar a su familia, algo que no había considerado hasta ahora. —Dobló la servilleta con cuidado, solo para escurrirla—. Cristina, me temo que hablé demasiado... esa noche en el bar. No debería haber mencionado nada sobre la demanda en la que está involucrado. Considero a Alex responsable de muchas cosas, pero no lo considero el causante directo. Las personas a las que ha lastimado son las que se vieron atrapadas en su estilo de vida y ya tenían sus prop