Mundo ficciónIniciar sesiónLa mansión Voss se sentía diferente ahora. Menos opresiva, quizás porque las personas que la habían llenado de tensión ya no estaban allí. Catalina esperaba en el estudio, documentos financieros esparcidos por el escritorio de caoba.
—Dos millones de dólares —dijo sin preámbulo—. Transferidos de las cuentas privadas de Damián a una cuenta offshore en las Islas Caimán hace una semana. Él no autorizó la transferencia. No sabía nada de ella hasta que mis auditores la encontraron.
—¿Quién tiene acceso a esas cuentas?
—Solo Damián y el departamento financiero. —Catalina señaló uno de los documentos—. Pero la transferencia fue autorizada usando sus credenciales personales. Alguien las tiene.
—Sebastián —dijo Tamara inmediatamente.
—Eso pensé también.







