POV Ángela
Transcurrieron tres días en el viñedo desierto. Tres días en los que el aire estaba lleno de anticipación, preparación y una batalla que se avecinaba. En ese lapso, Bruno había comenzado atacar bodegas importantes de la organización de mi padre. Se convirtió en un planificador nato. Cada noche, extendía mapas sobre la mesa del comedor, se comunicaba con conexiones en Europa del Este y usaba códigos que apenas lograba entender. Draco lo seguía a todas partes. Fabiola era su protección.
Y yo… estaba evolucionando más allá de la venganza.
Atendía heridas, organizaba suministros médicos y reenfocaba el sistema de emergencias. Mi faceta como médico renacía, entrelazada con una oscuridad que ya no me asustaba tanto. Aprendía a equilibrar ambas partes de mi ser.
Sin embargo, lo que no podía sanar… era lo que se intensificaba entre Bruno y yo. Una calma ardiente, pero incesante.
Fue una noche carente de estrellas. La lluvia caía fina, como una malla invisible sobre los tejados desg