POV ÁNGELA
La pantalla frente a mí seguía congelada en esa última imagen: la Viuda con su sonrisa torcida, esa mueca de superioridad que me hervía la sangre, y detrás la carita de mi hermana pequeña, hinchada por el llanto, ojos rojos de terror puro. La nota superpuesta en letras rojas: "Pagarás". Solo pensarlo me llenaba de una furia tan cruda que sentía las venas ardiéndome. Cerré los puños hasta que las uñas se clavaron en las palmas, sangre caliente brotando entre los dedos. Respiré hondo, el aire quemándome la garganta. No podía perder el control. No ahora, joder. No con mis hijas pateando dentro de mí como si ellas también quisieran salir y arrancarle la cara a esa puta.
Bruno me observaba desde el otro lado del escritorio, brazos cruzados, ojos oscuros cargados de esa preocupación que me sacaba de quicio. Sabía lo que pensaba: "No te rompas, Ángela. No delante de ellos". Pero yo no era de cristal. Era fuego. Y ese fuego iba a consumirla.
—No va a salir vencedora —susurré, más p