Miércoles de infierno.
Noah mandó a Oscar a llevarle ropa para el apartamento de Emma, de ahí saldría a trabajar, iba para una clínica diferente de la que Emma trabajaba, él preparó un desayuno unas tostadas con omelette, el desayuno preferido de Emma, sin embargo, ella amaneció indispuesta, seguramente el haber tomado tanto vino , le había provocado un malestar estomacal.
-Amor, ve y habla con el doctor Arista, él te hará un chequeo, no debes de tomar de esa manera, no es bueno para tu salud, le dijo Noah después de darle un apasionado beso y despedirse.
Al llegar a la clínica, Emma realmente se sentía mal, las nauseas no desaparecían, hasta eso de las diez de la mañana se fue sintiendo mejor.
-Vamos a almorzar chicas, escribió Clara en el grupo que tenían las chicas.
-Claro que si, muero por un buen corte de carne, escribió Raquel.
-Chicas, no sé qué me pasa, pero quiero un pescado en salsa tártara, les juro que la boca se me hace agua de solo imaginarlo.
Salieron a almorzar a un restaurante cerca de la