—Te doy tu espacio lo prometo—deja un beso en mi cabeza mientras me huele—solo no te vayas, esta casa es tuya, puedes disponer de todo y cambiar lo que quieras.

Quiero llorar de nuevo, es tan lindo, algo sospechoso eso me hace pensar que me está manipulando.

Tan grandote y manipulador.

—Estoy cansada, quiero dormir.

No tarde en alzarme y llevarme en sus brazos hasta la habitación, como no tener sentimientos por alguien que cuida de ti, imposible.

Toda la semana ha sido tranquila, la visita al médico de la manada para saber como están los bebés, escuchar a Motka decir lo feliz que esta porque falta poco tiempo para conocer a los bebés dejo a más de uno seguro de que es el padre, salir de compras con Olena y Jelena dejándolo a él en casa con cara de amargado es lo mejor, lo que no se imagina es que fui a ver las casas que están en venta y ya negocie una, no quiero depender tanto de alguien como lo hice con mi grandullón.

Todas las compras las hice con su tarjeta porque ahí est