Ese fue un balde de agua fría para Sebástian, nunca nadie le había hablado así, la alegría que tenía hacía un momento al ver que Tamara y Manuela eran detenidas, se había ido por completo, sus ojos estaban tristes, él no deseaba a nadie más para compartir su vida, solo deseaba que Cloe estuviera cerca junto con su hijo, le daría algo de espacio para que ella misma le diera la noticia de que era padre, mientras tanto, se ganaría el amor de Mateo, para que cuando la noticia llegara, ya hubiese un vínculo entra padre e hijo del que él pudiese presumir al mundo.
-Buenos días dijo Sasha con Mateo en brazos.
De forma casi inmediata, el niño tiró sus brazos para tratar de alcanzar a Sebástian, las dos mujeres se miraron de manera casi incrédula, Mateo estaba muy pequeño y esa acción únicamente la hacía con Cloe.
-Ven acá amiguito, ya les dije, seremos buenos amigos Mateo y yo, tengo una gran habilidad con los niños y este hombrecito no será la excepción.
-Buenos días, dijo Esteban, ¿porqué S